jueves, septiembre 28, 2006

Avizorando almas

Los perros desgarran las lunas que me observan
famélicos corren tras la carne humana
y deseosos de sexo penetran amibas asexuales
la cordura comienza a perderse y ellos se regocijan en esta nefasta sonrisa,
en esta nefasta lunal los secretos de Catulu son despiertos
y junto a ellos descansa la virgen que parió a un ser malsano
una y otra vez fornican las lágrimas que ella tiñe por su deseo interno
su vedación por un placer que la flagela en cada instante
que comienza a vislumbrar su perversidad,
los reptantes sonidos no dejan de avizorarla
y no cesará la vejación que dejó de dormitar
en el instante en que nos volvimos malvados.

...hasta los humanos perderemos la cordura
cuando nuestras pasiones nos alcancen.

1 comentario:

Enlil dijo...

En tan prolífica mente una muestra de inconciente...leusnadi ludjiva